En un cementerio de carretas abandonadas por los vecinos del llano de Putaendo, en Chile, crear un monumento-homenage a las carretas difuntas.
Utilizando los materiales locales traidos por los vecinos del llano de Putaendo,
y en colaboración con los vecinos, fué construido un homenage a las carretas muertas.
Compuesto por quatorce carros, acompaña a la carretas difuntas en su último viaje,
allí donde las ruedas ya no sirven.
Asistentes: Carolina Gutiérrez (primera assistente), Domingo Feriado (sebastián), Rafael Guastaferro, Andrea González, Christian Ibarra, Marcela López, Miguel Millón, Maribel Sánchez, Los vecinos del llano, don Francisco y don Claudio, Eliana y las cocineras, Pilar Olcese, Maribel Sánchez, Francisca Silva, Julieta Vivar, Ricardo Vivar.
23 m x 11 m x 3.70 m, adobe , cactus, hierro pintado, cemento, madera, zinc, plastico, goma.
Realizado en el LLano de Putaendo, Quinta Región, Chile.